Siguiendo el comentario que hacía Miss Sinner en el post anterior sobre que si parezco un macarra o un señor respetable, me tomo la libertad (faltaría más, se trata de mí mismo ¿no?) de poner un par de fotos en plan «busque las diferencias». Diré como curiosidad que las fotos pertenecen al mismo día, una de ellas con corbata, en el curro, y la otra un poco más tarde, después de una cena copiosa y con un delicioso mojito delante.

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Y es que seguramente el trabajo nos hace actuar de determinada forma, al igual que otras situaciones de la vida a las que nos enfrentamos. No hay nada como estar feliz acompañados de los amigos echándonos unas risas. El único problema son las cámaras digitales, tan abundantes en estos días, que casi nos obligan a poner caras como las de la foto con el único ánimo de reírnos un rato, aunque sea de (con) nosotros mismos.

🙂

Me acompañan en la foto Juanma e Isra, antes de marchar a la tan lejana, para nosotros, Soria motivo y causa, entre otras cosas, de semejantes caras.